viernes, 2 de febrero de 2018

Innovación y TIC: liderazgo, colaboración y genios solitarios

Walter Isaacson es un escritor estadounidense, famoso por sus libros biográficos de Benjamin Franklin, Albert Einstein y Steve Jobs. Su último libro se llama Los Innovadores, editado y traducido al español en el año 2014. El libro podría clasificarse como polibiográfico, pues cubre las personas más destacadas de la historia de las TIC, más de cincuenta hombres y mujeres, innovadores, genios solitarios, líderes con mentalidad colectiva o de negocio, científicos amantes del arte o artistas admiradores de la ciencia. De la primera lectura del libro, como resumen, hice una presentación en prezi en el año 2015 (acabo de modificarla cambiando un par de videos de Youtube que ya no existen por reclamaciones de derechos de autor) y hoy, después de releerlo y hacer varias anotaciones, es momento de hacer una reseña más amplia.


Portada Libro los Innovadores Walter Isaacson

Los innovadores es un libro que permite equilibrar el escepticismo y pesimismo de las entradas anteriores, pues permite conocer el contexto histórico social, económico, político, artístico, académico y científico que rodeó a los protagonistas de las innovaciones que hicieron posible la sociedad digital en que vivimos actualmente. Además, el libro también permite apreciar algunos rasgos individuales de dichos protagonistas. Si se compara éste libro con Atrapados de Nicholas Carr, ambos son prolijos en citas y referencias, con lo cual es posible corroborar las afirmaciones, comprender los juicios de valor y posteriormente profundizar y escudriñar en los diferentes tópicos.

Son muchos los temas relevantes que plantea el libro desde la introducción, de los cuales es necesario destacar los siguientes lugares comunes y en ésta entrada y la siguiente, se tratará sólo el primero: 
  1. La dualidad individuo vs grupo.
  2. El dilema entre dominio público y privado, derechos de autor y patentes vs publicaciones abiertas.
  3. La articulación entre la academia, el gobierno y la industria y empresa privada.
  4. Las fronteras e intersecciones entre ciencia pura y aplicada, entre investigación e ingeniería.
  5. Las fronteras e intersecciones entre ciencia y arte.
La dualidad entre individuo y grupo: la creatividad y la innovación se originan tanto en el genio solitario como en el trabajo colaborativo. Y conseguir grandes transformaciones, emprender y ejecutar proyectos, requiere de líderes carismáticos y buenos equipos de trabajo. El libro referencia de manera indirecta la Teoría del Gran Hombre, que tiene como origen el libro Hérores, culto a los héroes y el heroismo en la historia (On Heroes, Hero-Worship, and The Heroic in History), de Thomas Carlyle. Allí aparece la popular cita "Los grandes hombres no viven en vano. La historia del mundo no es sino la biografía de grandes hombres" ("No great man lives in vain. The history of the world is but the biography of great men"). La principal crítica a la Teoría del Gran Hombre la hace Herbert Spencer cuando plantea: "Hay que admitir que el surgimiento de un gran hombre depende de una larga sucesión de influencias complejas, producidas por su raza y la sociedad en que creció... Antes de que un hombre rehaga la sociedad, su sociedad debe hacerlo a él" ("You must admit that the genesis of a great man depends on the long series of complex influences which has produced the race in which he appears, and the social state into which that race has slowly grown.... Before he can remake his society, his society must make him").

En las ideas anteriores de Thomas Carlyle y Herbert Spencer es evidente la dualidad entre individuo y grupo. Aunque se tengan excelentes equipos de trabajo, siempre se requiere de un genio creativo, que incluso puede ser solitario y con debilidades en su inteligencia social. Sin el genio creativo, que es individual, ningún equipo puede alcanzar grandes logros. Pero el genio solitario tampoco es suficiente, es fundamental la inspiración que se genera con el trabajo colaborativo y con alimentar la intelectualidad con muchas fuentes, incluso llenas de contrariedades.

Un pasaje llamativo del libro aparece en el capítulo cuatro. Se cita a Mervin Joe Kelly, líder del equipo que en laboratorios Bell cambió la historia de la tecnología al inventar el primer transistor. En dicho equipo existían interesantes tensiones debido a rasgos de personalidad egocentristas o poco modestas de algunos y baja tolerancia de otros. Además, mientras algunos eran evangelizadores de la colaboración y el trabajo en equipo, otros eran individualistas y celosos con su trabajo. Así mismo, había personalidades muy científicas y otras extremadamente prácticas (frontera e intersección entre ciencia pura y aplicada, entre investigación e ingeniería). Kelly era promotor del trabajo organizado y en equipo pero tenía clara la importancia de promover y estimular el genio individual, como se aprecia en la siguiente cita del libro, correspondiente a un documento de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos: "Por mucho énfasis que debamos poner en el liderazgo, la organización y el trabajo en equipo, el individuo sigue siendo determinante, de una importancia suprema. Las ideas y los conceptos creativos nacen en la mente de una sola persona" ("But with all the needed emphasis on leadership, organization and teamwork, the individual has remained supreme - of paramount importance. It is in the mind of a single person that creative ideas and concepts are born").

Como lo plantea el libro, cuando en los equipos no existe el genio creativo, no hay innovación, es sólo un equipo que se marchita lentamente sin ninguna productividad ni impacto. Y cuando el genio creativo se queda sólo, sin un equipo a su alrededor que colabore, las ideas sin ejecución se pierden en la historia y pasan a ser espejismos, alucinaciones, algunas de las cuales reviven con el tiempo y tienen éxito en un ecosistema apropiado. Por eso, a veces, hay ideas de grandes genios que son escritas por ellos mismos o por otros y que después de siglos aparecen y transforman el mundo. Tal vez por eso es importante escribir, hablar y discutir, sobre las ideas, compartirlas y publicarlas abiertamente.

ConTICtualizando, una forma de cultivar el genio creativo y la colaboración en la academia es sembrar, en estudiantes y profesores, la pasión por leer y escribir y por compartir lo que leen y escriben. Los libros nos cuentan que en otras épocas había cruce de correspondencia entre los académicos, el olvidado género espistolar. En esas épocas había tiempo para leer y reflexionar y responder las cartas y de allí surgían verdaderos artículos de calidad. En cambio hoy prima la inmediatez de los medios como Twitter, Facebook y WhatsApp. Pero en esas redes sociales mediadas por TIC tenemos simplemente "trinos" (esa es la metáfora de twitter), pequeños momentos, pero jamás una melodía completa...


1 comentario:

  1. Fe de Erratas: Hice HOY un cambio de orden en los cinco (5) lugares comunes, para escribir una nota sobre el segundo lugar común sobre el dilema abierto vs cerrado.

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